jueves, 17 de diciembre de 2009

miércoles, 16 de diciembre de 2009

PARTICIPACION DE UN ORIENTADOR ANTE UN CASO DE AGRESIÓN

Desde mi punto de vista y como futuro orirntador lo primero que haría antes de volcarme de lleno en la investigación del caso, sería oír las declaraciones de las dos partes implicadas en el incidente. Tras esta actividad, me volcaría en intentar descubrir que es lo que a podido llevar a este alumno/a a realizar tal tremendo hecho que puede suponer incluso su expulsión del centro. Pero a mi parecer esta opción sería la última que se debería llevar a cabo con el alumno/a. Lo primero es analizar el ambiente familiar del alumno, ver si tiene antecedentes de este tipo y si no los tiene indagar por los factores que le han hecho llegar hasta tal extremo.
Realizadas tales investigaciones, creo que el profesor o profesora agredida, como educadores que son, no deben cerrar las puertas a estos alumno0s, pues creo que todos debemos y merecemos una segunda oportunidad, ¡ojo!, siempre y cuando este hecho no sea reincidente por parte del mismo alumno. Si, creo que sería conveniente darle su merecido castigo, pero no tanto como las afirmaciones del caso que vimos en clase en el que el sujeto agredido se negaba a darle una segunda oportunidad al alumno agresor.
Por lo tanto, creo que los orientadores de los centro se deben implicar más, intentando tratar de "salvar" a los alumnos de éstos incidentes e intentar demostrarles que por la vía de la violencia no se llega a ningún lado, e intentar convencer a los profesores/maestros, que el dar una segunda oportunidad es un acto social digno y merecido de un educador.

COMENTARIO SOBRE EL ARTÍCULO DE ANGEL PEREZ GÓMEZ

En nuestro peregrinaje hacia la era digital se impone la necesidad de avanzar
en la transformación del currículum en las escuelas, siendo preciso “cambiar la mirada” para empezar a manejar métodos diversificados y complementarios, adecuados a cada situación, y desarrollarlos de forma negociada, implicando al resto de los agentes educativos para poder así reinventar la escuela.
Según esta afirmación, desde mi punto de vista creo que en la educación de las escuelas, se están dando los ajustes pertinentes en cuanto a la diversificación de los contextos de realización de experiencias, adaptando la temporalización planificada a las necesidades y ritmos de los docentes, salvándose así las dificultades halladas en la primera fase del proceso. De este modo se va posibilitando la elaboración de proyectos de innovación de aprendizajes colaborativos en los que se han implicado ciclos de Primaria para la tutorización del alumnado de infantil con logros evidentes en la flexibilización de los espacios y tiempos, como condiciones necesarias para lograr usos innovadores con las tecnologías.
Se evidencia, no obstante, la necesidad de profundizar en las estrategias y pautas que hacen posible el cambio metodológico, con una guía y seguimiento continuo en la planificación y realización de las experiencias por parte de la investigadora-formadora, susceptible de sistematizar la reflexión de los docentes y hacer posible el cuestionamiento, para asegurar de forma evidente cambios sustanciales en la dinámica de integración de las tecnologías. Ello supondrá un proceso de indagación para la incorporación de nuevas herramientas interactivas,
nuevas prácticas y propuestas en cuyo preámbulo de diseño y planificación
actualmente nos encontramos.